Aún recuerdo como me llegó la noticia, estaba trabajando
en la redacción cuando me llegó un email de Javier Ochoa, en él había dos
palabras que me dejaron sin habla, China y Japón.
No me lo podía creer y menos en el mismo día que nos
habían confirmado que CUATRO quería hacernos un reportaje. Como entenderéis ese
día alguna lágrima salió de mis ojos.
Pues si lo que empezó con un email en unos meses se
convirtió en una realidad y ahí estábamos en el aeropuerto de Londres José
Manzanares (dueño de Tam Tam percusión) Javier Ochoa ( Director de Yamaha
España) Zebensui Rodríguez y yo Diego del Monte. Junto a nosotros volaba otro
grupo de Yamaha Francia y de Yamaha Reino Unido. Todos nosotros íbamos a tener
la suerte de poder disfrutar de la YAMAHA EXPERIENCE.
Tras 13 horas de vuelo, donde da tiempo a absolutamente
todo, vimos películas, hablamos de lo humano y de lo divino, nos reímos mucho,
nos dieron de comer hasta hartarnos y por que no decirlo de beber, alguna que
otra cerveza calló en el vuelo. Al fin llegamos a nuestro primer destino
Shangai.
Eran las 7 de la mañana y tras no haber dormido
absolutamente nada en el vuelo, empezábamos un recorrido que nos llevaría a 7
ciudades en 6 días. Así que cogimos un autobús con nuestra guía de viaje y nos
dirigimos al centro financiero de esta gigantesca ciudad.
Nos llevaron a visitar la torre más alta de Asia, la Shanghai
Tower un inmenso rascacielos de 632 metros de altura que domina el skyline
de la bahía de la ciudad.
Tras subir en su ultra rápido ascensor, llegamos a alcanzar
los 18 metros al segundo una verdadera pasada, llegamos al mirador de la torre,
donde tienes una vista de 360º y puedes disfrutar de una vista alucinante de
toda la ciudad, una pena que los cielos de China estén casi siempre con una
niebla permanente que no permite disfrutar de una vista completa.
Por supuesto no podían faltar los Udones y las sopas de fideos, tan tan ricas y
sabrosas. Es curioso ver restaurantes occidentales por ejemplo Fridays o
Hooters la famosa cadena de restaurantes americanos donde todo son camareras y
suelen ir escotadas. Me chocó encontrar un Hooters en China, ya que ni los he
visto en España. Es curioso ver ese contraste tan grande. No es una ciudad que
huela a comunismo, donde se vea una presencia policial muy grande, de hecho
casi no vimos a ningún policía, ni tampoco vimos muchas banderas Chinas, cosa
que espera ver en cantidades.
Tras nuestra parada para comer, nos dirigimos a la
estación de trenes, para allí dirigirnos a Hangzou, donde al fin podríamos
darnos una merecida y necesaria ducha, descansar un poco, sin dormir, que había
que vencer al Jet Lag.
Tras la ducha y el ratito de descaso nos dirigimos a
cenar, a un restaurante muy elegante y moderno, donde pudimos disfrutar de más
exquisiteces chinas. Y por fin pudimos dormir a gusto.
Tras una reparador sueño nos despertamos y nos dispusimos a desayunar para coger fuerzas para una jornada que iba a ser muy interesante.
Tras el desayuno volvimos a hacer las maletas y cogimos un autobús con destino a la fábrica de Yamaha.
Tras una hora de viaje, al fin llegamos a nuestro destino y lo mejor de todo, nos esperaba la banda de la fábrica de Yamaha para darnos la bienvenida, simplemente espectacular.
Es impresionante ver como son músicos los que fabrican los instrumentos, y que mejor que así sea, ya que ese amor por la música se ve reflejado en cada instrumento que fabrican.
Tras un breve briefing donde nos tomamos un café, nos dispusimos a visitar la fábrica, una experiencia única. Donde el hecho de poder presenciar como se crea cada una de las baterías que luego miles de bateristas disfrutarán tocando.
Ver el proceso de creación es alucinante, desde como se juntan las capas, se encolan y luego se pasan por un microondas para que se peguen, ver como es cortado, lijado y hecho los agujeros, como se le da un tratamiento con rayos UVA para que el color no cambie con el tiempo, es una verdadera pasada.
Ver con que mimo cada instrumento es realizado es digno de presenciar. Da igual la procedencia de las manos que lo fabrican, cuando hay un método ancestral en ellas, y una tradición como la de Yamaha.
Tras la visita a la fábrica cosa que no olvidaremos ya que fue una experiencia única, no dirigimos al aeropuerto esta vez para cambiar de país, hicimos una parada para comer y tomamos un vuelo hasta Kansai, en Japón.
Tras unas horas de vuelo llegamos al impresionante aeropuerto de Kansai que está en medio del mar una verdadera pasada arquitectónica. Nuestro hotel estaba en pleno aeropuerto ya que tras unas horas de viaje, lo mejor era descansar en un sitio cercano. Al día siguiente iba a ser un día bastante largo.
A la llegada de la cena cruzamos el largo puente más de 3 kilómetros llegamos a un restaurante típico japonés. Pero en este caso de cena a la parrilla.
Comimos carnes a la brasa que fue una verdadera delicia, y montamos en los míticos taxis japoneses, donde no hay que abrir la puerta ya que son automáticas. Y como no degustamos la maravillosa cerveza japonesa. Una cerveza fresquita y ligera, y lo mejor las conversaciones con nuestros compañeros franceses e ingleses, muchas risas y muchos buenos momentos.
Después de la cena tocaba irse a dormir para descansar al máximo para otra gran día.
Tras un descanso merecido desayunamos y tomamos un autobús para visitar un sitio precioso! Nos vamos a Osaka!!
Hoy es un día soleado y vamos a visitar dos lugares maravillosos Osaka y Kioto, primero vamos a visitar el castillo de Osaka, un sitio maravilloso y lleno de tradición.
Fue una visita impresionante, corta, pero genial pudimos ver la belleza del castillo y conocer un poco más de la cultura japonesa. Tras esta breve visita cogimos otra vez el autobús para irnos a Kioto, allí nos esperaba la visita más bonita de todo el viaje, simplemente impresionante.
Al llegar a Kioto fuimos al impresionante templo de Kiyomizu-dera, una verdadera pasada!! Un templo donde no se ha utilizado ni un clavo, ya que los japoneses son expertos en el tratamiento de la madera y consiguen mediante diferentes técnicas construir sin la necesidad de usar clavos ni tornillos.
En la visita disfrutamos de una maravillosa comida y como no de cerveza bien fresquita, la comida ha sido deliciosa allá donde hemos ido!! Y sobre todo a sido el centro de conversaciones de risas de anécdotas y muchos recuerdos que recordar.
Después de esta increíble visita fuimos al lugar donde me quedé sin palabras: EL TEMPLO DORADO.
Unos jardines maravillosos, una paz y una tranquilidad en pleno Japón, donde te das cuenta del enorme contraste entre el Japón moderno y el Japón tradicional.
Una verdadera pasada.
El trato que estamos recibiendo por parte de Yamaha es espectacular, todas las visitas perfectamente organizadas sin ningún problema, sin demoras todo en su momento y en su sitio. Simplemente agradecerles lo bien que nos trataron.
Tras nuestra visita a este maravilloso sitio, cogimos un tren bala, un Shinkansen, una pasada de tren que nos llevaría desde Kyoto hasta Hamamatsu ciudad donde se encuentra la sede de Yamaha.
Tras una merecida ducha, no dirigimos al mirador del hotel donde nos juntamos los dos grupos, con un día de adelanto iba otro grupo con gente de Alemania, Italia y Austria y nos juntamos todos para poder disfrutar de una cena y un espectáculo de Taiko el tambor tradicional japonés. Una verdadera pasada ya que nos hicieron participar en el espectáculo de forma activa. Divertidísimo.
Al día siguiente fuimos a visitar las oficinas de Yamaha, allí Sean Browne nos mostró las novedades de Yamaha en 2017 que os adelantamos que van a ser una verdadera pasada, pudimos probarlas y estar un ratito probándolos y trasteando con ellos.
Tras nuestro paso por las oficinas nos fuimos a ver el museo de Yamaha Motors donde pasamos un rato genial disfrutando de todas las motos, de toda su historia. una pasada de museo donde también pudimos degustar de una gran comida.
Y después de la visita al museo de Yamaha Motor fuimos a la guinda del pastel, fuimos a visitar la fábrica de la Yamaha PHX, y pudimos ver de primera mano, los materiales y técnicas que se usan para realizar una de la mejores baterías que se fabrican en el mundo. Y pudimos ver como cada batería es única y se realiza de forma individual y exclusiva.
Les regalamos a los operarios de la fábrica una camiseta de Zebendrums ya que fue increíble poder visitarla y conocerlos personalmente.
Tras la visita a la fábrica fuimos a hacer una entrevista a Sean Browne, donde pasamos un buen rato charlando sobre las novedades y los planes que tiene Yamaha para su 50 aniversario.
Simplemente genial un tio sensacional!
Y esa noche cenamos Sabu Sabu una comida típica japonesa que es simplemente deliciosa!! Y como no cerveza bien fresquita!!!
Último día nos despertamos y tomamos un tren bala hasta Tokio, allí empieza nuestro último día en Japón, donde pudimos visitar la capital nipona y disfrutar de sus calles y costumbres.
Fin de nuestro viaje, disfrutamos de un gran día y lo culminamos con una entrevista a Javier Ochoa responsable de este viaje al que estamos eternamente agradecidos, simplemente para quitarse el sombrero. Ha sido un viaje que va a ser imposible olvidar!
Ha sido un viaje simplemente impresionante!!